Después de terminar varias historias que transcurren en un mundo diferente, no dejé pasar la oportunidad de comenzar Gemma unos dos meses después de escribir las primeras ideas (tardé porque tenía que culminar el que estaba escribiendo ya que no quería dejarlo por la mitad).
Gemma es, entonces, la quinta novela que escribí.
Siempre pensando en alguien muy especial para mí como motivación y un recuerdo de mi infancia, fui avanzando en la historia y modificándola a medida que lo hacía hasta convertirse en lo que es ahora.
Antes de concluirlo, pasé por muchas etapas, comenzando por las primeras ideas, la decisión de escribirlo, las partes, estructurarlo, el prólogo y el epílogo, las ideas para una posible continuación (que hoy ya es realidad) hasta llegar al punto final.
Algunos borradores están en papel y otros en un archivo de Word.
Algunas ideas quedaron afuera (aproveché varias para su continuación), otras se perdieron, se transformaron o dieron lugar a locuras nuevas.
Si bien tenía muy claro desde el principio cómo iba a comenzar el libro (con la leyenda de la piedra que se perdió para siempre), el prólogo fue lo último que escribí. Y la frase del final una de las primeras que tipeé.
Sí, no fui en orden sino salteando situaciones, de vez en cuando, para tipearlas después. En general, respeté la estructura y la lista de hechos que no debían faltar en cada parte con su orden previamente estipulado. Sin embargo, sobre la marcha ¡todo puede variar!
Supongo que podría estar mejor o haberle dedicado más tiempo. No obstante, tengo la convicción de que lo primero que pienso es lo que queda y así lo hice (no siempre, igual) para que no pierda su frescura.
Estoy muy contenta con lo que es Gemma y no esperaba las palabras tan lindas de los primeros afortunados en leerlo. Así como sorprendí a muchos con el “soy escritora”, mis lectores me sorprendieron a mí con su buena onda y sus comentarios sinceros y positivos.
Les cuento que me gusta escribir con música o la tele como compañía, aunque puedo hacerlo con personas a mi alrededor. Generalmente, hay partidos de fútbol cuando lo hago los fines de semana y, en verano, tipeo bajo el árbol rezando que no me tiren con nada los vecinos (puede pasar…) y que no me piquen mucho los mosquitos (siempre pasa…)
La mayor parte del tiempo escribo en mi habitación con Lola, mi perrita, acostada muy cerquita.
Gemma fue terminado en noviembre de 2010. Y, por supuesto, voy por mucho más.
¡Gracias a todos los que me acompañan!
Fotografía de Eliana Agustina.
Mis felicitaciones por la temática y como escribis.
ResponderEliminarMe gustó mucho el blog.
Abrazo fraterno para mi vecina y a perseguir el sueño de la publicación de todos tus libros
Muchas gracias, vecino!!
EliminarInvito a todos a visitar tu blog:
http://danieleugeniopena.blogspot.com , donde encontrarán notas de opinión, actualidad, historia, turismo y curiosidades.
¡¡¡A perseguir nuestros sueños!!!